CONFLICTO ENTRE SANTA CATARINA IXTAHUACÁN Y NAHUALÁ DEL DEPARTAMENTO DE SOLOLÁ
31.05.2020
Éste conflicto tiene más de cien años, y su origen radica en que al momento de desagregar de Sta. Catarina Ixtahuacán el canton Nahualá para convertirse en municipio, no quedaron definidos los límites territoriales en el lugar en donde se encuentra ubicada la finca El Alto y en la actualidad son las autoridades ancestrales de Sta. Catarina Ixtahucán quienes resguardan la documentación en donde consta a detalle, dicha separación.
Las autoridades ancestrales de Sta. Catarina Ixtahuacán erróneamente consideran que el Estado de Guatemala no tiene injerencia sobre el área en disputa por ser tierras comunales, sin embargo son ellos los que no tienen ningún derecho sobre el área en disputa porque si bien es correcto que son tierras comunales automáticamente es el Estado guatemalteco quien puede decidir sobre dichas tierras.
El derecho consuetudinario debe respetarse, sin embargo ante situaciones tan importantes es la justicia como tal la que debe prevalecer y no permitir que costumbres incluso dañinas insidan en la toma de decisiones, todos somos guatemaltecos y no podemos estar eligiendo que nos midan con la vara que más nos convenga.
Ese tipo de actitudes retrogradas como el castigo maya, como los linchamientos, que a propósito son frecuentemente practicados en Sololá y que tienen su origen en lo ancestral, son evidencia que lo que reina en ese departamento es la ANARQUÍA tal y como lo demostraron hace unos días cuando en pleno toque de queda bloqueaban el paso y perjudicaron injustamente a trabajadores que solo querían llegar a casa.
Basta ya de tanta consideración a personas que de ninguna manera, quieren dialogar, porque si esa fuera su postura, no contaran con el armamento que ocultan en Sta. Lucía Utatlán y por esa razón es que también ese municipio fue sometido a estado de Sitio.
Si el presidente de la República en verdad quiere solucionar el problema, debe ponerse bien los pantalones y ejercer sus facultades, de esa manera estaría evitando anualmente muertes innecesarias a causa del capricho de los nativos, porque entablar una mesa de diálogo con delincuentes armados como ya se ha hecho antes sin resultado alguno, solo demostrará la tibieza con la que actua.